La Política de Defensa es una de las partes de la política de seguridad estratégica del Estado. La política de seguridad estratégica del Estado persigue “… utilizar todas las instituciones del Estado en previsión del surgimiento de amenazas provenientes de otros estados o de otros actores (legales o ilegales, gubernamentales o no gubernamentales) que puedan afectar los intereses del país del que se trate. Por esta razón, debería estar integrada por la política de defensa y la política de seguridad interior.”[Acuña y Runza, 2005, 31].
¿Por qué es relevante abordar esta temática es un estudio vinculado a la política exterior durante la presidencia de Néstor Kirchner? La respuesta es sencilla: La política de defensa se encuentra inmersa en temáticas propias de la política exterior del país, a la cual contribuye de manera permanente, y muchas veces, concreta esa política exterior. Yendo un paso más allá, es viable aseverar que existe una íntima relación entre las cuestiones de Relaciones Exteriores y las de Defensa. En el caso puntual argentino, la Política de Defensa aparece como un componente activo de la Política Exterior y es por ello más que recomendable que los actores de la política exterior actúen de manera armónica con la Cancillería, para hacer más eficiente y eficaz su accionar. [República Argentina, 1999, 50].