Enorme dificultad presentan al etnólogo las múltiples nomenclaturas de los indígenas de Sud América, y sólo es posible allanarla lográndose encontrar designaciones dentro de las cuales quepan los nombres gentilicios de esas tribus. Como hilo de Ariadna para la clasificación étnica, ha de servirnos el lenguaje; debemos estudiar, por consiguiente, las relaciones mutuas dentro del número colosal de idiomas y dialectos y buscar de reducirlos á unos cuantos grupos lingüísticos. Los inconvenientes que mencionamos, son especialmente notables en la Patagonia y en la Tierra del Fuego; no faltan, por cierto, descripciones de viajes en que se alude á los idiomas escuchados, dando también vocabularios, pero los datos son bastante deficientes, debido tanto á la poca preparación de los observadores para esta clase de investigaciones, como á las complicaciones que presenta el tema. Á base de prolongados estudios, bibliográficos como originales, hechos éstos en un viaje á los territorios susodichos, nos creemos autorizados para dar por solucionado el problema que acabamos de mencionar, y que á buena parte de la Patagonia y de la Tierra del Fuego concierne, reuniendo á los diversos dialectos en un solo grupo: el Tshon.