En una muestra de 15 viviendas en Capital Federal y Gran Buenos Aires se relevaron diversos tipos de datos con el objeto de analizar las posibilidades del uso eficiente de la energía eléctrica en la iluminación. De este análisis surge que el 86 % del stock de lámparas utilizadas es del tipo incandescente (de muy bajo rendimiento) y que el mayor consumo eléctrico para iluminar se produce en las cocinas. El trabajo propone como reemplazo inmediato de las lámparas incandescentes la utilización de Lámparas Fluorescentes Compactas. Con este fin, se evalúan, en función de los datos y utilizando como índice de comparación el Costo Anualizado Total, los casos en que estos cambios resultan económicamente rentables. A partir del estudio emerge que se podría disminuir el consumo en iluminación un 54 % y que tan sólo reemplazando 2 lámparas por residencia podríamos alcanzar aproximadamente la mitad de este ahorro.