Oponiéndose a las ideas de Wernicke, que por una regla de Griesinger consideraba a la demencia senil como enfermedad generalizada, Arnold Pick, psiquiatra de Praga (1851-1924) publicó a partir de 1892 una serie de casos, con dicho estado mental que representaban, atrofias corticales circunscriptas y síntomas focales en todo comparable -relacionando el daño local y el difuso- a lo hallado por Lisseuer en la parálisis general progresiva.
El primer enfermo con el cual demostró la vinculación de la atrofia cerebral y la afasia tenía 70 años y el deterioro progresivo reflejó sus claudicayciones en el lenguaje. La autopsia le permitió comprobar atrofia del lóbulo temporal izquierdo con ventrículos dilatados y al revisar la historia clínica encontró esta nota de Kraepelin: "Sin duda se trata de una enfermedad nueva".