El estado del arte actual permite elucidar, como una constante interpretativa, al parlamento argentino desde la concepción de ser un Congreso que democratiza la política exterior de la Nación sobre el supuesto constituyente de ser el único poder de la República de representación ciudadana plena. En ese sentido, distinto al escenario del Poder Ejecutivo, donde a menudo el partido político y/o alianza política triunfante discrimina de manera arbitraria la ocupación de ministerios para el desarrollo de su gestión, en el caso del Poder Legislativo, suelen equilibrarse las asimetrías del poder, ya que por mandato Constitucional, debe estar garantizada la voluntad de las mayorías como así también de las minorías representativas.
En vista de aquella noción, puede interpretarse que la Diplomacia Parlamentaria se configura como la portadora de un pluralismo representativo, que entre otros objetivos perseguidos3, procura defender los intereses nacionales. Con miras a ello, es que este trabajo pretende encauzar algunos apuntes preliminares que contribuyan no solamente a diversificar la orientación de la Diplomacia Parlamentaria desde una visión estratégica nacional, sino también con deseo de aportar una serie de instrumentos concretos desde los que pueda validarse, concertarse y emprenderse dicha orientación como herramienta complementaria en su abordaje.