Los acantocéfalos constituyen un grupo monofilético de helmintos exclusivamente parásitos. Presentan una probóscide espinosa en el extremo anterior a la que le deben su nombre (del griego acantha: espina y kephale: cabeza) y mediante la cual se fijan a los tejidos de su hospedador. Son endoparásitos obligados del intestino de vertebrados y presentan un ciclo de vida heteroxeno, con al menos un hospedador intermediario artrópodo en el cual se desarrollan sus estadios larvales. Comprenden aproximadamente 1200 especies, que generalmente miden unos pocos milímetros de longitud, aunque algunas pueden sobrepasar los 60 cm, tal es el caso del parásito del cerdo Macracanthorhynchus hirudinaceus. La morfología de los acantocéfalos presenta una gran adaptación a la vida parásita, con una reducción a lo largo de su evolución de los sistemas muscular, nervioso y excretor, y la ausencia del sistema digestivo. Son organismos acelomados, sin embargo presentan una gran cavidad llena de fluido por debajo de la pared del cuerpo, la cual carece de revestimiento celular mesodérmico.