El término hormona es derivada del griego y significa “poner en movimiento”, describiendo así las acciones dinámicas de las mismas, activando respuestas celulares y regulando procesos fisiológicos por medio de mecanismos de retroalimentación.
Cuando hablamos de síndromes endocrinológicos nos estamos refiriendo a una extenso universo signo-sintomatológico que expresara la alteración en la normal fisiología de una hormona, tanto sea en su secreción (aumento o déficit), como en la falla de los receptores de la misma o el mecanismo de control (retroalimentación o feed back).
Las glándulas —hipófisis, tiroides, paratiroides, islotes pancreáticos, suprarrenales y gónadas— se comunican ampliamente con otros órganos a través del sistema nervioso, hormonas, citocinas y factores de crecimiento.
Las manifestaciones de las enfermedades endocrinas son diversas y ofrecen muchos datos semiológicos en el examen del paciente.