De pocos poetas de lengua española se han escrito tantas biografías como de Rubén Darío. No son razones críticas las que impulsan a la mayoría de los biógrafos; la comprobación es fácil, inclusive con los textos más documentados o los de más repetidas referencias a la obra. El intento de Edelberto Torres, merecedor de varias reediciones, se presenta con un título emotivamente intencionado, La dramática vida de Rubén Darío, que resume la condición de la mayoría de los libros sobre el nicaragüense. Torres señala su concepto de la biografía como de “rigor histórico en el fondo y de amenidad en la forma”; amparado en ejemplos de Lytton Strachey, André Maurois y Stephan Zweig, justifica su modalidad expositiva, libre de notas documentales; se excusa así de los reparos de E. K. Mapes.