Jean Jennings empezó estudiando periodismo, pero no se llevaba nada bien con su tutor y acabó cursando matemáticas, que le encantaban. Cuando terminó, en enero de 1945, su profesor de cálculo le mostró un folleto de la Universidad de Pensilvania, que buscaba mujeres licenciadas en matemáticas para trabajar como «computadoras» —humanos que realizaban tareas matemáticas prescritas al detalle—, principalmente calculando tablas de trayectorias de proyectiles de artillería para el ejército. La actitud hacia las mujeres que oprimió mi infancia y juventud era típica de la Inglaterra de la época. Aunque mi trabajo era bien conocido cuando tenía treinta años, estoy segura de que no habría tenido la mínima oportunidad de obtener un puesto en Inglaterra entre el momento en que fui a Harvard y aquel en que me jubilé en 1965.
Los siguientes fragmentos han sido tomados del libro de Walter Isaacson, "Los innovadores: los genios que inventaron el futuro" (2014, Vintage Español) y del libro autobiográfico de Jean Jennings, "Pioneer programmer: Jean Jennings Bartik and the Computer that Changed the World" (2013, Truman State University Press). Las traducciones son propias.