El presente trabajo se enmarca en un avance de investigación sobre el proceso de modernización de la era Meiji, y específicamente en relación a las políticas educativas de este período de la historia japonesa desde fines del siglo XIX, y su desarrollo, transformaciones e impactos de las políticas educativas adoptadas, a lo largo del siglo XX.
La política educativa como parte de los cambios económicos, políticos y sociales se transformó en uno de los pilares ineludibles de la historia moderna japonesa, la innovación y efectivización de un sistema educativo nacional, que se implementó en razón de alcanzar estándares de modernización equiparables a los sistemas occidentales, generó un singular camino de transformaciones, adaptaciones y nuevos significados y significantes culturales.
Es en este marco en el cual inicio a trazar las conexiones y las líneas de acción que este proceso educativo llevó adelante, es para mí una referencia ineludible la marca, trayectoria y huella que la entonces niña Umeko Tsuda, de tan solo seis años, es enviada a Estados Unidos como parte de lo que se denominó la Misión Iwakura en 1871, que promovía el estudio in situ de aquellos países desarrollados occidentales los cuales se transformaron en el horizonte de cambio y transformación que se planteaba lograr la nación japonesa.
Es por ello que el emergente de mi trabajo y el hilo conductor de este inicial labor, lo trazaré a través de la experiencia, vida y trayectoria de Umeko Tsuda, una de las pioneras que partió a tierras lejanas y diametralmente diferentes a su cultura con el fin de formarse y convertirse entonces en modelo y replicadora para las demás mujeres, Esa experiencia y trayecto educativo que Ume Tsuda vivió fuera de su país promovió en ella miradas y perspectivas novísimas y también radicales en muchas dimensiones, ya que la tutela en su estadía en Estados Unidos, creó nuevos paradigmas de acción y construcción social y educativa, así como concepciones liberales sobre el lugar y el hacer de la mujer en su sociedad.
Todo lo anterior cobró forma en el derrotero que habrá de plasmar en el ámbito educativo a su regreso a Japón, que no solo cambio formas de repensar el modo de hacer y construir pedagogía en el entorno moderno japonés, sino que esas concepciones y modos educativos tuvieron continuidad e impacto a lo largo del tiempo, puso en marcha múltiples ideas y operaciones tendientes a dar forma al quehacer pedagógico de y para las mujeres, puso en juego el conocimiento adquirido, la experiencia y formatos occidentales adecuándolos a los estándares y corpus identitarias inherentes a Japón, su institución de gestión privada de educación superior para mujeres en Tokio, se convirtió en la actual Tsuda Juku Daigaku (Universidad Tsuda), con programas de pre y pos grado de altísimo prestigio en Japón y el mundo.