El posicionamiento conceptual de este trabajo surge del reconocimiento de una serie de cambios estructurales que aparecen desde la recuperación de las instituciones democráticas en Argentina:
- El repliegue del Estado Benefactor, en un contexto de crisis económica, cuyos efectos incidieron en la restricción del gasto público y las políticas sociales.
- La crisis de la Democracia Representativa que deviene en un mayor distanciamiento entre Estado y sociedad civil y una pérdida progresiva de la legitimidad de las decisiones.
- La crisis de la legitimidad social de la planificación tradicional en nuestras sociedades.
En este contexto, surge la necesidad de pensar nuevas alternativas de gestión para el desarrollo local, que contribuyan a la recuperación de la necesaria complementariedad entre la Democracia Representativa y la Democracia Participativa, creando así "una nueva esfera de lo público".
En ese marco, con la implementación del "Presupuesto Participativo –Plan de Desarrollo Local" el gobierno municipal creó un sistema innovador en la formulación y seguimiento del presupuesto municipal, abriendo así un espacio de participación ciudadana en la búsqueda de una mayor legitimidad y equidad en la asignación de los recursos públicos.
Para llevar a cabo el Presupuesto Participativo se pone en marcha el "Plan de Desarrollo Local", una nueva herramienta de gestión planificada, descentralizada y participativa que pretende superar el modelo tradicional de planificación y gestión, donde el Estado se posiciona como el actor dominante, con un sesgo centralizado, tecnocrático y distanciado de la realidad, dando lugar a una ineficaz e ineficiente acción pública.
A través de esta nueva herramienta el gobierno local -Municipalidad de La Plata- y la sociedad civil -Juntas Comunales- van construyendo un campo compartido donde se acuerdan las intervenciones prioritarias para cada barrio de la ciudad, dando lugar a un plan de desarrollo para cada una de las localidades del Partido.