Se denomina incrustaciones biológicas marinas a la fijación y crecimiento de micro y/o macroorganismos sobre sustratos duros tanto naturales como artificiales sumergidos en el mar. Las incrustaciones biológicas sobre estructuras artificiales emplazadas en el mar acarrean pérdidas económicas de gran magnitud. Actualmente el control se lleva a cabo mediante la utilización de pinturas antiincrustantes a base de compuestos relativamente tóxicos, casi todas con óxido cuproso en su formulación.
Con la idea de reemplazar estos compuestos, se sintetizaron ésteres del ácido levulínico mediante procesos de bajo impacto ambiental.