En el Museo de La Plata fundado a fines del siglo XIX se desarrolló la investigación científica en forma planificada e institucionalizada, con el objetivo de profundizar el conocimiento de las distintas regiones del país para construir las bases que permitieran su desarrollo. La ciencia forma parte fundamental de nuestro patrimonio cultural que debe ser preservado.
Por su dedicación a la investigación el Museo tiene un importante patrimonio científico especializado en la reconstrucción del ambiente donde se desarrolla la actividad humana.
Uno de sus directores Luis María Torres dejó bien claro el objetivo científico patrimonial al sostener que la institución en sus compras tuviera en cuenta solo aquellas colecciones cuya documentación tuviera valor para el desarrollo de las ciencias. Dentro de este patrimonio científico, la División Arqueología aloja colecciones arqueológicas que por su calidad, documentación y número son de las más importantes del país.
Una de ellas, la colección argentino-peruana Benjamín Muníz Barreto- hecha por un estanciero de la provincia de Buenos Aires- es la más relevante del Museo de La Plata por su magnitud material, estando compuesta por más de doce mil piezas de alta calidad artística y por su documentación científica. En este trabajo aportaremos con los datos sobre su origen, enfatizando el contexto histórico acompañante, que incluye la caracterización de su dueño, como era la práctica científica en el momento de su formación y el proceso de su compra en la que estuvo involucrado el Estado Nacional.