La falta de información de la incidencia de los distintos factores físicos que intervienen en el proceso evaporativo obligó a realizar experiencias que permitieran conocer su comportamiento y establecer relaciones para su posterior utilización en el cálculo y diseño de equipos de refrescamiento.
Luego de verificar la existencia de una primera zona lineal de evaporación en la cual el proceso evaporativo presenta una velocidad constante para cada material considerado, se propuso, en un primer análisis, un modelo matemático para la condición de convección natural, tomando como base la fórmula de Fick la cual hace referencia a la velocidad de evaporación de una gota de agua expuesta a un ambiente sin circulación de aire.
Posteriormente este modelo se correlacionó matemáticamente con el comportamiento evaporativo de una placa plana en condición de convección forzada, considerando la influencia de una corriente de aire tangencial y para distintas posiciones respecto de dicha corriente.