El presente trabajo se origina a partir de la preocupación frente a aquello que Ana María Ezcurra (2011) ha caracterizado como procesos de inclusión excluyentes en educación superior. Estos procesos nominan una situación en la cual nuevos grupos sociales se inscriben e ingresan a la universidad, pero rápidamente se ven expulsados de ella. Esta situación es corroborada por las condiciones de aprobación de les estudiantes que cursan la materia de la que formo parte: Psicología I, correspondiente al primer año de las carreras de grado de la Facultad de Psicología (UNLP).
Dentro del área de estudios acerca del ingreso a la universidad, se propone analizar la dimensión vincular o intersubjetiva en los procesos de enseñanza y aprendizaje. ¿Qué rol puede cumplir el vínculo docente-alumno en los inicios de la vida universitaria?, ¿qué características adopta este vínculo en la Facultad de Psicología?, ¿qué representaciones tienen docentes y estudiantes sobre el vínculo pedagógico y sus repercusiones en los procesos de enseñanza y aprendizaje? Estas preguntas dieron origen a una exploración que orienta este Trabajo Integrador Final de la Especialización en Docencia Universitaria (UNLP).
La hipótesis fue que este vínculo se configura como fundamental y condición necesaria para cualquier aprendizaje. Así, la confianza en el aula con les docentes aparece como una condición necesaria para que surja el aprendizaje y para la permanencia en la institución universitaria, sobre todo en los momentos iniciales de las carreras de grado.
Se realizó una exploración bibliográfica sobre el vínculo educativo donde cobró importancia la presencia de los afectos en los procesos de enseñanza y aprendizaje como socialmente determinados y excediendo lo individual. Teniendo en cuenta esta perspectiva, se diseñaron dos cuestionarios que dieron origen a entrevistas semidirigidas: un cuestionario para docentes y otro para estudiantes. Se entrevistaron 10 docentes de las asignaturas de primer año y 5 estudiantes que se encontraban cursando asignaturas de segundo año. El análisis de las entrevistas se realizó teniendo en cuenta los objetivos del trabajo, el material bibliográfico y las categorías que allí se proponen.
Se encontró que el vínculo docente-estudiante en los inicios es del orden de lo contingente: a veces ocurre y a veces no. No ocurre ni con todes les estudiantes, ni con todes les docentes. A diferencia de lo que se postuló en la hipótesis, no se vuelve condición necesaria para el aprendizaje ni para la acreditación de las materias, pero cuándo ocurre tiene efectos positivos tanto en les docentes como en les estudiantes. Aumenta la dimensión placentera tanto del enseñar como del aprender. Específicamente en les estudiantes propicia la participación, la confianza y la dedicación al estudio. Favorece la permanencia de les estudiantes en la universidad al aumentar la ligazón de elles con la institución y con la disciplina de conocimiento. Teniendo en cuenta los afectos que surgen en el aula vinculados con las estructuras sociales que allí se generan, el vínculo docente-estudiante, aunque fugaz o no necesariamente duradero, propicia la confianza de les estudiantes hacia la institución y hacia el estudio. Puede ser generado a partir de estrategias docentes específicas o a partir de acciones de estudiantes. Las estrategias docentes que propician el vínculo pueden ser acciones específicas como por ejemplo recordar el nombre de les estudiantes o preguntar cómo ser nombrados o ligadas a la elección de metodologías de clase que propician la participación de les estudiantes. Las acciones de estudiantes tienen que ver con acercarse a dialogar con les docentes al finalizar la clase o con participar en clase tomando visibilidad en la misma. A partir de registrar la asimetría entre docente y estudiantes, se postula la necesidad de que les docentes tomen a su cargo la generación de las condiciones para que este vínculo suceda, promoviendo la confianza y la participación en clase.