El día 24 de febrero de 2022 el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, anunció mediante un discurso televisivo la puesta en marcha de la denominada ‘operación militar especial para la protección de las repúblicas de Donetsk y Lugansk’. El objetivo de dicha operación se centra en detener la intención de Ucrania de ingresar a la OTAN. Este hecho es inaceptable, según sostuvo la Federación, ya que implica una amenaza real a su seguridad y a su órbita de influencia. En su discurso, el presidente Putin sostiene que la amenaza especial y real (del avance de la OTAN), la crean los políticos irresponsables de Occidente, que a pesar de las reiteradas instancias de diálogo y negociaciones pacíficas, continuaron desoyendo la postura rusa. Por otra parte, identifica que el desencadenante directo de la decisión de poner en marcha el operativo fue el pedido de ayuda de los habitantes del Donbas, el mandatario sostuvo que se lleva a cabo por parte del gobierno de Kiev, un genocidio “que viven miles de personas allí, la única esperanza de ellos es Rusia” “y para ello se debe desmilitarizar y desnazificar Ucrania” (Putin, 2022, s.p.). A partir de ese día y hasta la actualidad, el ejército ruso continúa en suelo ucraniano librando una guerra contra el ejército y la población civil. Este conflicto desató una gran convulsión en el mundo por varias razones. En primer lugar, podemos mencionar el desarrollo de la guerra en un espacio próximo al centro de Europa, con una gran presencia de los medios internacionales mostrando al mundo las catástrofes que implica dicho conflicto y por supuesto el impacto en el mundo occidental en términos humanitarios En segundo lugar, podemos mencionar su impacto en la dimensión interestatal y la forma en que los estados comenzaron a tomar postura en el conflicto, tanto sea a favor de un país u otro o permaneciendo neutrales. En tercer lugar, dadas las dimensiones que fue tomando el conflicto rápidamente, podemos identificar el impacto económico que comenzó a vislumbrarse, a partir de las sanciones económicas que impuso el Consejo de Seguridad a Rusia, y su efecto en el comercio internacional. Al igual que el impacto que ocasiona la parálisis productiva de Ucrania en los flujos de comercio. ¿Qué hace Rusia frente a esta situación? ¿Cuáles son los estados aliados? La pregunta principal que guía el escrito es pensar cuál es el rol de los BRICS en este conflicto. Unas primeras líneas iniciales podrían sostener que son un sector que apoya a Rusia dado su vínculo en dicho grupo de pertenencia. ¿Pero son los BRICS un grupo homogéneo frente a esta coyuntura? Exploraremos estos interrogantes en las próximas líneas.