En este artículo analizaremos la fragmentación partidaria de la Knesset (parlamento), que ubicó a pequeños partidos y extremistas al frente de estas reformas, contribuyendo a crear una situación de golpe en todo el sistema político, al tiempo en que profundizan prácticas colonialistas en Cisjordania. Por otro lado, nos detendremos en la movilización del contexto regional en torno a la reforma.