Se presenta el proyecto de un invernadero al que se le adicionan muros de botellas de PET, al estilo de los muros de agua que se utilizan en las viviendas solares pasivas. El PET es un material últimamente muy difundido para la comercialización de bebidas y es no retornable, por lo tanto, pasa a aumentar los desechos en los basurales. Por el contrario aquí se estudia la posibilidad de incorporarlo a los invernaderos con el objeto de incrementarle su inercia térmica para mejorar el rendimiento cuando queremos construir un sistema energéticamente eficiente que utilice la energía solar como fuente de calor. Se estudia la forma para alcanzar una relación de mayor eficiencia y se realiza la simulación térmica que indica que al colocar el muro, las temperaturas máximas son 3°C mas bajas y las temperaturas mínimas 3°C mas elevadas que cuando no se lo coloca, indicando esto una potencialidad interesante para su aplicación en el cultivo protegido.