El presente trabajo trata acerca del rol del preceptor como un articulador de las múltiples instancias institucionales, buscando un mejor aprovechamiento de los recursos humanos, profesionales y materiales, en el contexto de la problemática de la inclusión con calidad frente a las nuevas formas de diversidad en las aulas.
Se analiza para ello una propuesta pedagógica del Colegio Nacional Rafael Hernández (UNLP) durante el año 2014, que refiere a una situación detectada en un grupo de ingresantes al primer año por parte de una preceptora.
Se observaron ciertas discontinuidades entre lo escolar y lo familiar, en el caso de una estudiante cuyos padres no habían alcanzado el nivel medio en su escolaridad, lo que requirió un abordaje multidisciplinario que vinculara subjetivamente los espacios escolares, tanto en el ámbito privado y familiar, como así también los espacios institucionales.
La escuela, como portadora de los significados y lenguajes, que permitan construir nuevas herramientas intelectuales, brindando la posibilidad de representaciones del mundo que mediaticen su acción en él (a través de la acción reflexiva sobre el mundo) supone, necesariamente, una vinculación subjetiva previa y un conocimiento reflexivo, que se oponen a la concepción bancaria de la educación descripta por Paulo Freire.