El libro de Sabrina Calandrón, con prólogo de Sabina Frederic, centra su análisis en la posición diferencial y devenir de las mujeres armadas en tanto mujeres que incomodan, no sólo a las estructuras de género enquistadas en la cultura policial y militar, sino también al propio movimiento feminista, a sus definiciones, contornos y posibilidades críticas.
El texto reúne una variedad de experiencias de mujeres integrantes de las distintas fuerzas armadas y de seguridad de Argentina, desde sus primeras vinculaciones en el siglo XIX hasta la actualidad. A través de sus páginas y anécdotas, es posible conocer y problematizar el sinuoso camino de ingreso, permanencia, reconocimiento y ascenso de las mujeres por dentro de estas instituciones del Estado, emblemáticas en términos de género, desbordadas de masculinidad. Pero también las formas en que su inscripción como policías o militares se ha articulado, y en algunos casos movilizado, con otras pertenencias identitarias –activistas por los derechos de las diversidades de género, funcionarias políticas, estudiantes universitarias, militantes religiosas–, interpelando sus lugares y autopercepciones como mujeres, lesbianas, y trans. En este sentido, repone experiencias de padecimiento y, a la vez, estrategias de resistencia, e incluso de politización, lo que permite trascender el imaginario victimal y posibilita un corrimiento respecto de las construcciones maniqueas y estereotipadas en torno a este colectivo de mujeres: “Ni esencialmente buenas, ni esencialmente malas; a veces perpetradoras de la violencia, y a veces objeto de ella” (Calandrón, 2021, p. 16).