La historia argentina indica que los símbolos que representan la patria fueron constituidos en un largo proceso de sustitución de la población existente. La historia argentina reciente -como se suele decir- depara una nueva paradoja para la representación nacional: el cuerpo de los desaparecidos es un cuerpo que perdió, de algún modo, la posibilidad de ser sepultado en su tierra. Frente a la pregunta por la localización de estos problemas en la vida política y cultural que compartimos es que propongo repasar algunas experiencias de nuestro pasado acudiendo a las metáforas de la tierra y el agua.