Erik Wright plantea su libro Cómo ser anticapitalista en el siglo XXI como una recapitulación y continuación de su obra Construyendo utopías reales (2010), donde “de establecer la plausibilidad de una alternativa democrático-igualitaria al capitalismo, había pasado a centrarme en el problema de la estrategia, en cómo llegar a dicha alternativa” (2020, p. 8). El autor postula que un mundo diferente no solo es posible, sino que ya se están conformando los elementos para llegar a él, hay formas de arribar a éste y en caso de ser alcanzado, podría mejorar las condiciones de prosperidad para la mayoría. En este contexto, ser anticapitalista no sería una “simple actitud moral ante los perjuicios y las injusticias del mundo que vivimos, sino también […una] actitud práctica enfocada a la construcción de una alternativa que ofrezca mayor prosperidad humana” (pp. 13-14).