Martín Albornoz, Doctor en Historia por la Universidad Nacional de Buenos Aires e investigador del CONICET, reconstruye en esta contribución las formas en que diversos actores entendieron y estudiaron al movimiento anarquista en el período de 1880-1910, momento en el que “causaba sensación”. Su aporte es sumamente valioso ya que plantea un prisma novedoso desde el que comprender el anarquismo, lo que permite arribar a nuevos sentidos sobre este movimiento central en la sociedad y política de la Argentina Moderna. Para llevar a cabo esta empresa examina diversos diarios de la época, tanto comerciales ("La Nación", "La Prensa", "El Diario", "Caras y Caretas") como de afinidad ácrata ("La Protesta [Humana]", "El Perseguido", "La Anarquía"), incluyendo también publicaciones socialistas ("La Vanguardia", "El Obrero") y policiales ("Revista de Policía"). Asimismo, el autor recupera en su análisis publicaciones expertas clave para comprender la “cuestión criminal”, como los "Archivos de Psiquiatría, Criminología, Medicina Legal y Ciencias Afines" (APyC) y "Criminología Moderna". Así, la hipótesis de Albornoz es que el anarquismo constituyó un movimiento heterogéneo, un “caleidoscopio” según sus palabras, y no bastaba con las interpretaciones taxativas que muchos contemporáneos hacían del mismo para comprenderlo, sino que su forma iba más allá de los encasillamientos que en su época se le buscaba dar. Por eso, resulta fundamental su reconstrucción a partir de diversos actores, cada uno con sus propios lentes