Como en los años anteriores, seguían en excelentes condiciones los instrumentos sismográficos del Observatorio. Cierta interrupción del registro del Mainka fué indispensable a fines de noviembre y principios de diciembre, cuando modifiqué el método de registrar las señales de minuto. Hasta entonces, la pluma de señales de cada componente trazaba continuamente una línea sobre el papel y las mismas señales se destacaban como normales a dicha línea, de algunos décimos de milímetro de largo, es decir el eje del movimiento de la pluma tenía posición vertical. Este método tenía la desventaja, después de la modificación mencionada en Contribuciones Geofísicas, III, página 5, de que existía la posibilidad de una confusión de las curvas sismográficas con la línea de tiempo y una eventual pérdida de detalles de aquellos.
Para eludir definitivamente estas dificultades hice girar 90° a los electroimanes respectivos, de modo que a partir del 28 de noviembre, el eje de la pluma de señales tiene posición horizontal, y el registro de las señales de minuto sobre las fajas se limita a puntos discretos correspondientes a los momentos en que el electroimán atrae el portante de la pluma; solamente las señales que marcan las horas enteras dejan como huella sobre el papel, una raya de pocos milímetros de largo. Hasta que todo funcionó bien, es decir hasta que fueron encontradas la intensidad conveniente de la corriente eléctrica, una tensión adecuada del resorte, la distancia más favorable al papel de la punta registradora, y la forma más conveniente de la misma punta, pasaron algunos días, y así se explica que algunos temblores (los nos. 146-ι 149 y 151) que ocurrieron mientras hice las modificaciones del dispositivo, no pudieran registrarse con claridad simultáneamente en los dos componentes del sismógrafo en cuestión.
A fines de año aumenté nuevamente la amplificación del Mainka (véase también Contr. Geof, III, 1, pág. 5) resultando desde entonces para las dos componentes, Vo alrededor de 240 aproximadamente; esta amplificación debería representar el límite de lo posible para esta clase de instrumentos y puede aplicarse solamente donde se prestan cuidados especiales y continuos a todo el sismógrafo y particularmente a las plumas registradoras y su suspensión.
Como en los años anteriores, fué distribuido puntualmente el Boletín Sismológico, publicación mensual de este Observatorio, y fueron facilitados a la prensa, informes sobre fenómenos sísmicos registrados, de especial importancia.
En lo que a otras publicaciones se refiere, trabajé en el manuscrito del Método mecánico-gráfico para determinar el epicentro en base de tres observaciones de P y de Elementos nuevos para el cálculo de los epicentros, aparecidos mientras tanto como números 4 y 5 del tomo II de estas Contribuciones Geofísicas.