La Sociedad de las Naciones debió abarcar, desde el comienzo, a todos los países del mundo, y no dividir a estos en beligerantes y neutrales.
La Sociedad de las Naciones no debió integrar el Tratado de Versailles, pues éste se proponía el desmembramiento político y económico de Alemania y traía en germen la guerra del futuro.
Los errores cometidos por los realizadores del Tratado de Versailles, del cuál forma parte la Sociedad de las Naciones, han servido de pretexto a la política hitlerista.
La Sociedad de las Naciones del futuro deberá ser el fruto de la paz, e inculcarse a la Juventud para lograr, con el tiempo, la verdadera armonía universal.