Los resultados bastante contradictorios a que han conducido las investigaciones hasta ahora realizadas sobre la relación entre las manchas solares y la sismicidad (véase las notas al final de este artículo pág. 102) hacen interesante abordar una vez más el problema, pero de la base más amplia posible. En este sentido, piara confeccionar las tablas estadísticas — que forman por así decir, la médula de este artículo — debí servirme forzosamente del International Seismological Summary, aparecido hasta el año 1927 inclusive, en la época en que trabajé en ellas, el cual ofrece en forma relativamente cómoda los elementos más completos de que se dispone hoy día. He tenido a mi disposición, en consecuencia, las observaciones casi completas de once años.
Este intervalo coincide aproximadamente con el período de la actividad solar, pero es una coincidencia casual, porque no me ocupo en este artículo de la sismicidad en dependencia de dicho período largo, sino, como ya lo sugiere el epígrafe, de la eventual diferencia entre la sismicidad de los días de mayor o menor cantidad de manchas solares.