El ensayo contrasta la militancia política peronista y de izquierda de la Argentina de los años setenta con la percepción que se tiene de ella desde los noventa. En este sentido se advierte cómo el proceso de construcción de la memoria y el mito sobre las décadas de 1960 y 1970 se convierte en un lugar de disputa ideológica. Además, se explican las diferencias sociales y políticas que presentan ambas coyunturas históricas.