En una casa fría y lúgubre vive una niña solitaria. Sobre el techo de su cuarto se expande una gran mancha de humedad en la que ella se imagina una ciudad con sus parques, casas y habitantes. Es con ellos con quienes entabla una estrecha relación, fantaseando sobre sus vidas y preocupándose por ellos. Cuando finalmente se atreve a hablarles, la ayudan a descubrir algo inesperado. Las ilustraciones de cada escena fueron realizadas mediante fotografías del personaje y su escenario, creados tridimensionalmente.