Clarisa era la chica nueva en el pueblo de Cristalonópolis. Nadie le dirigía palabra y se sentía muy sola. Un día, Guillermo su compañero de escuela, decide invitarla para que lo acompañe al evento nocturno más esperado "El día del dragón". La atracción era la búsqueda del tesoro que se realizaba a la medianoche. Se construía en el bosque un dragón para que guarde dicho tesoro. Clarisa muy entusiasmada, pero nerviosa, se prepara para la gran noche.