Un viejo utilero recorre el teatro. El astuto hombre vivió toda su vida entre bambalinas, gestando una admiración psicopática hacia actores y actrices cuya morfología se asemejara a la de un conejo. El relato comienza con el utilero limpiando una daga que había utilizado horas antes con alguna de sus múltiples presas. Una vez limpia su arma, era el momento de buscar a su siguiente víctima.Avanza por los pasillos y se escabulle, observando detenidamente hasta el más mínimo detalle de aquel teatrillo al que le había dedicado toda su vida. El avejentado zorro trabaja codo a codo con los escenógrafos, actores y actrices. Esta noche, el ladino personaje de pelaje anaranjado camina una última vez por las tablas del añejo teatro, experimentando cierta nostalgia, pero no inseguridad, ya que ha tomado una decisión. Una decisión que lo unirá con su adorado para siempre.Ilustración digital, con tintes de cuento infantil. El tono de las ilustraciones no se condice con el dramatismo de lo retratado, sus géneros son drama, suspenso y crimen.