A lo largo de los años el sector turístico ha ido cobrando importancia a nivel mundial, tanto por su crecimiento continuo en cuanto a número de personas que viajan y aportes económicos que genera, como por su relevancia como herramienta de desarrollo y por los impactos que genera en la mayoría de los lugares donde se lleva a cabo. Dichos impactos positivos del turismo se ven reflejados casi exclusivamente en los lugares en donde se lleva a cabo la actividad y, en algunos casos la misma no se desarrolla de igual manera y con la misma intensidad en todos los territorios. Por esta razón resulta relevante el estudio de cuán dispersa se encuentra la actividad a nivel regional dentro de cada país. Tal es su relevancia que muchos países han implementado diferentes políticas dirigidas al aumento de la dispersión del turismo, orientadas a la descentralización del turismo para redirigirlo hacia zonas menos visitadas por turistas y más vulnerables económicamente, a las que el turismo podría aportar una fuente de ingresos y empleo.
Perú, un país con una intensa actividad turística, es un interesante objeto de análisis para la medición de la dispersión. En este marco, el presente trabajo se centra en la medición y análisis de la dispersión turística en Perú para el periodo 2015-2019 y se utiliza el Índice de Herfindahl e Hirschman (HHI) y el coeficiente de concentración K (índice CR). Los resultados muestran que la dispersión de la demanda tanto internacional como doméstica es media-baja para todos los años y la de la oferta es alta, sin presentar en ningún caso variación significativa entre los diferentes años.