La música urbana como discurso contracultural no puede limitarse a congregar a las comunidades o canalizar de forma artística la subjetividad, sino que ha de servir a un propósito divulgativo y didáctico, cuestionando y diseccionando las cosmovisiones que conducen a la catástrofe para proponer alternativas viables y sostenibles. A lo largo de sus ocho piezas, el disco "Puka Pacha" (2020), primer LP de La Mafiandina, explora el concepto originario de ‘Pacha’ o plano espaciotemporal, que en el pensamiento panandino es causa de todo lo que existe desde antes de materializarse en la Tierra. Esta escuela de pensamiento, análoga a las filosofías socráticas europeas, está viva en el "rap shimi" (rap bilingüe en quechua y español) de la zona andina, escena política y musical de la que procede la agrupación. La MC Taki Amaru (Música y Serpiente, en "kichwa"), líder del dúo La Mafiandina, emplea el rap para ahondar en las raíces del pensamiento originario, desde la universalidad que apela a todas las personas deseosas de cambios drásticos en la comprensión de nuestro lugar en el mundo. Su poética concilia un interés anticolonial y antipatriarcal que no romantiza las culturas originarias, sino que las somete a un análisis crítico: valorando sus aciertos, pero también señalando sus perjuicios.