Elijo presentar este trabajo con las palabras de Julia Silber porque ella ha sido para mí, no solo un ejemplo a seguir, sino una formadora. Julia me inició en la pedagogía y marcó un antes y un después en mi formación como profesional de la educación. Por tal motivo, las reflexiones que acompañan este trabajo de intervención están íntimamente imbricadas con la enseñanza de Julia.
Durante el armado de este trabajo, y pensando en las palabras que darían inicio al mismo, las ideas de Jorge Larrosa comenzaron a resonar: «La experiencia es lo que me pasa y lo que, al pasarme, me forma o me transforma, me constituye, me hace como soy, marca mi manera de ser, configura mi persona y mi personalidad. Por eso el sujeto de la formación no es el sujeto de la educación o del aprendizaje sino el sujeto de la experiencia: es la experiencia la que forma, la que nos hace como somos, la que transforma lo que somos y lo convierte en otra cosa» (2003:5).