La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es un grupo de enfermedades que afectan al tubo digestivo, las cuales desencadenan procesos inflamatorios crónicos mediante la interacción con factores ambientales, genéticos, microbiota y respuesta inmune. La enfermedad puede afectar a todo el intestino, como se presenta en la Enfermedad de Crohn (EC), o sólo al colon en el caso de la Colitis Ulcerosa (CU). (1)(2)(3)(4) Los síntomas se manifiestan en forma de brotes dependiendo la enfermedad siendo en la EC más frecuente encontrar dolor abdominal, fiebre, pérdida de masa corporal, diarrea y anemia. Por otro lado, en la CU los síntomas más característicos son sangre en las heces acompañado de fiebre y dolor abdominal. (1)(3) La EII ocurre mayormente en la edad adulta temprana, pero también, en un 15-20% de los pacientes comienza antes. En cuanto a la incidencia y prevalencia, se encuentra aumentando constantemente en todo el mundo. Su etiología es multifactorial, resultante de la interacción genética, elementos ambientales y alteraciones en el microbiota intestinal, generando una respuesta inmune negativa reflejada en una inflamación crónica intestinal. (5) Los factores de riesgo son las circunstancias que aumentan las probabilidades de desarrollar una enfermedad, en este caso de las EII. (6) Los mismos se dividen en modificables y no modificables.
Los modificables van a ser parte del ambiente y el estilo de vida de cada persona, donde podemos incluir principalmente los hábitos alimentarios, actividad física, tabaquismo, etc.
Los factores de riesgo no modificables van a pertenecer al grupo de antecedentes familiares, sexo, edad, en los cuales no se puede generar un cambio, sino que ya son parte de cada persona.
Dentro de este grupo, vamos a encontrar la carga genética de un individuo para desarrollar una EII. Si bien el sistema inmune va a depender de los factores genéticos de un individuo, podemos influir en él con los factores ambientales, principalmente con la modificación de la microbiota a través de una buena alimentación.
A causa de cambios demográficos de la población por el proceso de urbanización, ocurrió un cambio en la calidad de la alimentación, provocando modificaciones en el tipo de microorganismos presentes en el tubo digestivo. Dentro de las causas ambientales toma relevancia el papel de la alimentación como uno de los factores preventivos de la EII. (7) El objetivo fundamental de este trabajo consiste en profundizar y explorar cómo la alimentación ejerce su influencia en la EII, así como también en qué medida contribuyen a su complejo proceso patogénico.
La exploración de los hábitos alimentarios en el contexto de la EII no solo busca establecer correlaciones causales, sino también descubrir posibles modificaciones en la dieta que podrían estar involucrados en el desarrollo de la enfermedad.
En resumen, al profundizar en nuestra comprensión de cómo la alimentación afecta en la presentación de EII y al descubrir nuevas estrategias preventivas, podríamos contribuir a preservar una buena salud y, en última instancia, reducir la incidencia de las EII.