La leche materna es el alimento ideal para los lactantes tanto desde el punto de vista nutricional como inmunológico. La vitamina B12 es un nutriente esencial para el correcto funcionamiento del organismo y se encuentra principalmente en alimentos de origen animal. La deficiencia de esta vitamina en las madres puede afectar su contenido en la leche materna, lo que puede llevar a deficiencias en los lactantes. La vitamina B12 desempeña un papel crucial en el desarrollo neurológico y su deficiencia puede tener consecuencias graves, como problemas neurológicos irreversibles.
Para abordar esta cuestión, se llevó a cabo una revisión bibliográfica para examinar la evidencia actual sobre las posibles consecuencias neurológicas en los lactantes relacionadas con el bajo consumo de vitamina B12 por parte de sus madres. El objetivo fue revisar los diferentes tipos de alimentación de las mismas e identificar las consecuencias neurológicas más comunes en los niños.
2. Introducción Durante la etapa de lactancia exclusiva, la leche humana se constituye como el alimento óptimo para el lactante tanto desde el punto de vista inmunológico como nutricional (1). La Organización Mundial de Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y, a partir de esa edad, se recomienda complementar la lactancia materna con alimentos seguros y adecuados (2). Es importante que la lactancia inicie en la primera hora de vida después del parto, que sea a libre demanda y se evite el uso de fórmulas infantiles (3).
La composición de la leche materna varía de acuerdo a la etapa de lactancia, el momento del día, la alimentación de la madre y la variación individual. Las vitaminas hidrosolubles, como la vitamina B12, se transfieren fácilmente del suero a la leche, es por esto que los niveles de dichas vitaminas se incrementan o disminuyen de acuerdo a los cambios en la alimentación de la madre (4).
Los hijos de madres deficientes en B12 pueden nacer con deficiencia o manifestarse después, si reciben lactancia exclusiva (5). Si la dieta de la madre es deficiente en esta vitamina, la leche tendrá un menor nivel de ese nutriente. Por lo tanto, el infante no lo recibirá en cantidades adecuadas (6).
La vitamina B12 tiene funciones esenciales para el correcto funcionamiento del organismo ya que participa en el crecimiento, la reproducción celular, la hematopoyesis y la síntesis de nucleótidos, proteínas y mielina, entre otras funciones (7). Debido a su implicancia en el desarrollo, su bajo contenido en la alimentación puede ocasionar consecuencias graves, como lo son los problemas neurológicos; y es por eso que consideramos necesario llevar a cabo esta revisión bibliográfica.