“Rechazamos el volumen corpóreo cerrado como expresión plástica para la configuración del espacio. Afirmamos que solo se puede crear un espacio desde dentro hacia afuera en su profundidad y no de fuera hacia adentro a través de su volumen. Rechazamos la masa cerrada como elemento exclusivo para la construcción de cuerpos plásticos y arquitectónicos...”
El requisito esencial para que un sistema de representación sea considerado como tal y no como un simple dibujo es la necesaria condición de reversibilidad de la información graficada, es decir, que una forma tridimensional pueda ser representada de manera bidimensional en un plano, tanto como poder reconstruirla espacialmente a partir de su imagen proyectada. Las características de la producción gráfica durante el proceso proyectual arquitectónico, nutrido por una multiplicidad de dibujos de previsualización desarrollados al unísono en diferentes sistemas de representación, implican una nueva condición, que involucra a la primera a la vez que la amplía, y en nuestra disciplina adquiere características particulares, las que remiten a una inevitable complementariedad entre los mismos. Es muy probable que la forma de representar la arquitectura por parte de Auguste Choisy constituya un caso paradigmático en tal sentido, no por ser el único ejemplo sino por su carácter revolucionario, el que significó una nueva forma de apreciar y comprender el espacio, de la misma manera que el Plano de Nolli llevó a entender la ciudad de una manera diferente. Así entonces, quizá sea posible arriesgar la existencia de algo que va más allá de la evidente complementariedad presente en sus dibujos, entendiendo que el valor oculto del “método Choisy” conlleva la noción de transparencia. Es entonces que la complementariedad entre los sistemas de representación encierra un tema de fondo, la transparencia versus la opacidad. El aprendizaje del dibujo arquitectónico como herramienta proyectual requiere un natural tiempo de maduración y en ese contexto, fomentar el hecho de pensar en transparente representa una instancia de reflexión superadora en la comprensión de los fenómenos espaciales, el pasaje de lo puramente representacional hacia la revelación espacial; de esta manera, estos sistemas de representación conjugados y complejos, adquieren su valor en tanto y en cuanto acompañan el desarrollo intelectual del estudiantado como herramientas de análisis proyectual.