Según Woolfolk (1996), la motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta, es un constructo teórico que se emplea hoy en día para explicar la iniciación, dirección, intensidad y persistencia del comportamiento, especialmente de aquel orientado hacia metas específicas. Sánchez, (2003) menciona que los estilos de aprendizaje, así como los de orientación motivacional presentan un efecto directo sobre el aprovechamiento escolar de los estudiantes. Entendiendo la autorregulación como el proceso de control que el estudiante realiza sobre sus pensamientos, acciones, emociones y motivaciones a través de la activación de estrategias personales para alcanzar los objetivos o metas que se ha establecido.