La progresiva frecuencia con que se vienen observando los tumores primitivos malignos broncopulmonares, ha puesto en auge el interés por su estudio, particularmente el del carcinoma bronquial. Al mismo problema no resulta ajena la consideración del sarcoma pulmonar y del linfogranuloma pulmonar, que tienen clínicamente mucho de común y que se aúnan en la fatalidad de su evolución.
Es innecesario insistir sobre la importancia que el problema tiene por su polimorfismo clínico, los problemas de diagnóstico diferencial que plantea y la copiosa bibliografía que ha suscitasdo.
En adultos, particularmente en aquellos de más de 40 años de edad, (los metastáticos se ven aún en jóvenes) los tumores malignos del aparato respiratorio han llegado a constituir, junto con la tuberculosis, las enfermedades de mayor trascendencia clínica en nuestro medio.
Todo ello señala la gran importancia nosológica del carcinoma broncopulmonar, tanto por su extrema malignidad como por su inusitada frecuencia; razón por la cual me ocuparé, antes de abordar el tema, de algunas nociones básicas de patología general y diagnóstico precoz, única e irremplazable condición para una terapéutica eficaz.