La interdisciplinariedad se posiciona como una estrategia relevante en un mundo complejo y globalizado. En el ámbito educativo, se busca una formación integral del ingeniero informático que se adapte a requerimientos interdisciplinarios. El aprendizaje significativo y las neurociencias respaldan la importancia de conexiones sinápticas y esquemas cognitivos para un aprendizaje profundo y duradero. Sin embargo, la implementación de la interdisciplinariedad en el currículo enfrenta desafíos como la atemporalidad y la coordinación docente. Este trabajo presenta un modelo innovador que simula la complejidad del cerebro, permitiendo una articulación interdisciplinaria dinámica. Inspirado en el lenguaje de patrones, Zettelkasten y la brújula de ideas, el modelo ofrece una comprensión contextualizada de los conceptos, visualizados como un metagrafo que crece en forma orgánica de acuerdo a las necesidades de los docentes.
Este modelo facilita la creación de objetos de aprendizaje, brindando así una experiencia educativa más integral y significativa.