Desde que en la modernidad se produjo, lo que se conoce como, un “giro hacia la subjetividad”, las cuestiones relativas a la identidad personal se convirtieron en un verdadero problema filosófico, dando lugar a grandes debates desde perspectivas diversas, y muchas veces, opuestas entre sí.
Este texto se propone abordar dicho debate. Para ello, y, en primer lugar, presentaremos un contrapunto entre dos filósofos modernos que tratan esta cuestión, a saber: Descartes y su propuesta esencialista, por un lado, y por el otro, la crítica profunda que realizará Hume a dicho esencialismo.
Como veremos, el contrapunto sobre el problema de la identidad personal, presupone la respuesta que los autores antes mencionados ofrecen a dos preguntas: ¿Quién soy? y ¿Cómo nos pensamos? En virtud de ordenar la exposición de este texto, comenzaremos reconstruyendo la forma en que René Descartes da cuenta de este problema en su obra, Meditaciones Metafísicas, enfocándonos, fundamentalmente, en las dos primeras meditaciones. En esa reconstrucción de las meditaciones cartesianas, lograremos comprender por qué Descartes es considerado un pensador esencialista respecto a la cuestión identitaria.
Luego, realizaremos una reconstrucción del pensamiento de Hume, a partir de la interpretación de determinados fragmentos de su obra Tratado de la Naturaleza Humana, y la teoría del conocimiento que esta supone. De este modo, podremos establecer qué quiere decir el autor cuando piensa a la identidad o al yo como un haz de percepciones.
En segundo lugar, y a modo de cierre, intentaremos analizar qué compromisos implícitos conlleva posicionarse desde una u otra postura, sobre todo en la actualidad donde el tema de la identidad se encuentra, como nunca antes, en el centro de la escena.