Esta obra constituye el punto de inflexión más importante en la obra arquitectónica de Le Corbusier. Se constituyó en una expresión proyectual, que también afectó a toda la arquitectura moderna en sus distintas corrientes, a nivel mundial.
A partir de esta obra el movimiento moderno, superó el límite impuesto: volúmenes puros, la forma cerrada y demás maneras mecánicas de proyectar, propias del siglo XIX.