La pandemia por COVID-19 ha generado con la tecnología una multiplicidad de variaciones e impactos en nuestros modos de relacionarnos y actuar, dentro de esos se incluye nuestra forma de aprender y enseñar en la Universidad. Nos vimos forzados a generar aulas virtuales para mantener la actividad académica, y con el control epidemiológico de la enfermedad pudimos reencontrarnos a “medias” en un aula expandida, aulas relativamente desconocidas, pedagógicamente hablando, tanto para el docente como para los estudiantes. La presencia de una nueva generación de estudiantes, que parece requerir de un mayor acercamiento a las tecnologías, sumado a las potencialidades de estas al aula universitaria, nos plantea nuevos desafíos en relación al tema de “cómo enseñar”. En las últimas décadas, progresivamente las instituciones y sus políticas académicas han venido implementando e incluyendo el desarrollo de espacios de enseñanza en entornos virtuales en numerosas universidades de nuestro país. Surge así el desafío de cómo sumar los nuevos entornos digitales a la clase, cómo desarrollar estrategias que mejoren la enseñanza y entender qué preparación y cambios les exige a los profesores esta nueva situación, pero además nos obliga a comprender cómo aprende el alumnado y que dificultades se le presenta.
Este trabajo tiene como fin sistematizar la experiencia del aula expandida en una de las Cátedras de Pediatría de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad de La Plata (UNLP) que surgió pospandemia, para lograr deconstruir y reconstruir la misma con el objetivo de recabar datos para ver beneficios y contratiempos, y saber si estamos ante la emergencia de una nueva modalidad pedagógica.