El origen del DTM es multifactorial, comprendiendo gran cantidad de factores tales como biológicos, conductuales, emocionales, cognitivos, medioambientales y sociales. Dentro de estos componentes se encuentra la postura. De esta forma, podemos clasificar los factores etiológicos como predisponentes (condiciones estructurales o anatómicas, metabólicas y psicológicas), iniciadores o desencadenantes (traumatismos o sobrecarga repetida del sistema masticatorio) y agravantes o perpetuantes (factores hormonales, psicológicos y hormonales).
Todo diagnostico implica tres etapas a tener en cuenta, la historia clínica, el examen clínico y las pruebas complementarias.
El movimiento mandibular se analizara, por un lado, midiendo el rango de movimiento en apertura y cierre y en laterotrusiones y protrusiones y, por otro lado, observando los patrones descritos durante los movimientos anteriores.
Desde una evaluación clínica podremos determinar si el paciente presenta alguna alteración en la articulación temporomandibular, ya sea, muscular, articular, capsular como discal.
El fin del presente estudio será determinar parámetros que nos ayuden a detectar la presencia de factores que podrían estar asociados a una disfunción termporomandibular.