La energía nuclear es una de las más importantes fuentes de energía primaria y electricidad en el mundo. El continente eurasiático, siendo el más grande y más poblado del globo, también es el mayor productor de energía nuclear.
La energía nuclear persigue fines energéticos y militares, como también de promoción y desarrollo de la ciencia y la tecnología nacionales.
Se trata de una fuente de energía que produce enormes cantidades de electricidad de manera continua, independientemente de las condiciones climáticas, y en su funcionamiento no emite gases de efecto invernadero. Su uso está muy extendido como “energía de base”.
La tecnología nuclear es gestionada por corporaciones y empresas estatales, lo que evidencia el importante rol de los Estados Nacionales. Empresas de Francia, Suecia, Japón, Corea, Rusia, China e India, son las mayores corporaciones de energía nuclear del mundo.
En las últimas décadas, el cuidado del medio ambiente y el cambio climático han estado al tope de los temas de las agendas multilaterales. Los planes de “descarbonización” han provocado un aumento del uso del gas natural en la llamada “transición energética”. La alta demanda, la restricción de oferta y transporte, la inflación anual, han provocado una “Crisis del gas” que recuerda los efectos de la Crisis del Petróleo de la década del ´70 del siglo pasado.
Ante esta coyuntura, muchos Estados que han vuelto su mirada hacia la energía nuclear.
En Asia se encuentran la mayoría de los nucleares que hay en construcción en el mundo. La región con más dinamismo económico es Asia-Pacífico, con una notable expansión en China.
Rusia es la nación más activa del mundo en lo que a internacionalización de la energía nuclear se refiere y es también una manifestación de su “poder blando”. En el subcontinente indio y Medio Oriente se están construyendo nuevas centrales para diversificar la matriz energética.
El continente europeo pasa por una fase de estancamiento al respecto. La Unión Europea ha promocionado el uso a gran escala de las “energías renovables no convencionales” y el gas se convirtió en la energía de respaldo. Se volvió dependiente primero del gas ruso, y luego cada vez más, de las importaciones de GNL.
El suministro de uranio es dominado por Kazajistán en gran medida. El centro de Asia puede ser un lugar de disputa por el control de recursos minerales claves.
La energía nuclear se ha convertido en un nuevo asunto de importancia geopolítica. Esta “Crisis del Gas” tiene como grandes ganadores a los EEUU y, a pesar de las sanciones internacionales, a Rusia.