Es un trabajo donde se conjugan varias cuestiones técnicas, artísticas y personales. Por un lado, la materialidad en sí, que ofrece hacer tangible la expresión corporal, convertir en volumen de barro, la idea. En base a ello, propongo figuras simples, buscando orientar la vista hacia la complejidad de los detalles en las formas, que remiten a arrecifes de coral, generando además, un doble juego con el tiempo: el tiempo del espectador/a que profundiza y se detiene en la observación, y el tiempo imaginado que me llevó la realización de esas estructuras.
Por otro lado, el espacio como lugar a recorrer, explorar y descubrir a partir de la iluminación puntual y elección personal de quien esté siendo parte.