La evaluación citológica de la cavidad nasal provee información de gran valor diagnóstico, la que, cuando se correlaciona con la historia clínica, los hallazgos clínicos y los estudios de imágenes, influye directamente en el manejo del paciente con signos de enfermedad de las vías aéreas superiores o deformidad facial (Burkhard 2016).
Muchas veces la toma de muestras de la cavidad nasal es, por sus características anatómicas, un verdadero desafío. Las indicaciones para el estudio citológico incluyen las descargas nasales crónicas o recidivantes, la epistaxis y la presencia de masas intranasales, con o sin deformación facial o exteriorización de las mismas por los orificios nasales.
La realización de otros métodos complementarios, previos al estudio citológico, nos permite ubicar mejor la lesión. Así, los estudios radiológicos, la TAC (tomografía axial computada), la RM (resonancia magnética) o la endoscopía brindan información valiosa a la hora de definir el método de obtención de la muestra. La administración de antibióticos durante la semana previa al estudio citológico reduce los procesos infecciosos e inflamatorios locales que pueden dificultar la interpretación de los hallazgos citológicos.