La indicación para el estudio citológico del aparato urinario, en cualquiera de sus estructuras anatómicas, es el reconocimiento de una masa. El clínico debe tratar de reconocer cuál es el mecanismo que generó su desarrollo para luego poder planificar el tratamiento más eficaz. Una gran proporción de las masas están comprendidas por procesos neoplásicos malignos de localización renal, tales como los carcinomas, adenocarcinomas, cistadenocarcinomas múltiples del pastor alemán, linfomas, más frecuentes en los felinos, y carcinomas de células transicionales vesicales en los caninos. Estos son algunos de los ejemplos que pueden ser diagnosticados mediante el reconocimiento celular, pudiéndose prescindir, en muchos casos, del estudio de la arquitectura tisular, es decir, del estudio histopatológico. De este modo, tanto el clínico, como el cirujano recurren a menudo a este tipo de toma de muestras para resolver el diagnóstico de una masa renal o vesical y proceder con eficacia en consecuencia. A modo de ejemplo, se programa la laparotomía con aspiración de una masa renal con fines diagnósticos mediante estudio citológico previo a una nefrectomía, permaneciendo el paciente anestesiado mientras se estudian los extendidos. Esto demora su tiempo quirúrgico, pero permite resolver con celeridad el diagnóstico y el tratamiento, evitando así una nueva cirugía.