La mayoría de las lesiones mamarias son fácilmente palpables, lo que permite la toma de muestras mediante PAF o PAAF de manera sencilla y rápida. El objetivo principal es tratar de diferenciar procesos inflamatorios de neoplásicos y, de ser posible, neoplasias benignas de malignas (Allison y Walton 2020).
Las neoplasias mamarias presentan desafíos especiales para el estudio citológico. Esto se debe, en parte, a la presencia de varios tipos celulares, epiteliales y mioepiteliales, con capacidades diferentes de exfoliación y a la posibilidad de desarrollar áreas de metaplasia (transformación) cartilaginosa u ósea. Por otro lado, existe una gran variedad de tipos histológicos de neoplasias mamarias en función de las características celulares y la disposición de las diferentes poblaciones celulares en el tejido. Es por ello que el grado de certeza para diferenciar neoplasias mamarias benignas de malignas mediante citología varía desde un 33% a un 93%.