Este trabajo propone un recorrido de reflexión que tiene por objetivo construir relaciones entre las nociones de comunicación y territorio para pensar los procesos de Gestión de Riesgos de Desastres (GIRD). La mirada que proponemos desde el campo de la comunicación nos aporta algunos elementos para pensar la gestión del riesgo, no sólo desde la integralidad, sino también situada en la comunidad.
El pensar situado supone una relación consciente con el contexto de reflexión. Los determinantes, los procesos y las relaciones que configuran el marco desde el cual se interviene, y se produce conocimiento, se integran como elementos de análisis. El pensar situado supone un reconocimiento de la singularidad de las experiencias desde la cual se produce.
El recorrido propuesto permite analizar la comunicación en tanto práctica que se vincula directamente a las modalidades de organización de las comunidades. Pensar la comunicación como práctica permite asociarla además a procesos de planificación y gestión. Es decir que, reconociendo también los enfoques latinoamericanos de la Comunicación, se comprende la dimensión política de la comunicación, que la reconoce como vector con incidencia en prácticas y proyectos de transformación. El propósito de este trabajo es aportar a la elaboración de preguntas en torno a las dinámicas de comunicación en las organizaciones de la comunidad, en contextos de gestión del riesgo.