Durante los últimos años, diversas autoras y autores se han abocado al estudio de las sociedades moderna y colonial, desde lo relativo a sus culturas jurídicas. La Justicia constituía el escenario central donde mujeres y hombres, independientemente de sus orígenes, asistían para denunciar abusos o violencias, o solucionar conflictos familiares o interpersonales, pero también, a fin de negociar su propio lugar en la sociedad u obtener determinados beneficios. Teniendo como tema central el estudio de las culturas jurídicas y judiciales de las sociedades moderno-coloniales, María Alejandra Fernández y Fernanda Molina, compilan siete trabajos que se inscriben dentro de la interseccionalidad que se presenta entre las categorías de género, raza, sexualidad, estatus social, condición jurídica y religión, variables esenciales en la construcción de estas sociedades, que determinaron el curso que tomaban las experiencias y las prácticas jurídicas de los actores sociales estudiados.